Esta ciudad es única en cuanto a su riqueza arquitectónica, pues el presente se encuentra con el pasado.
El edificio de Adolf Loos (foto) ubicado en la plaza de San Miguel frente al Hofburg.
El reloj „Anker“ en estilo arte nuevo vienes se halla frente a las excavaciones de los romanos y de una fuente barroca.
Una sugerencia es la cámara del tesoro imperial,donde entre otras se encuentra una de las esmeraldas mas grandes del mundo.
La Albertina es ancla segura para los amantes del arte con su permanente exhibición „De Monet a Picasso“ la cual incluye exposiciones temporarias.
Un ambiente diferente experimentará en la cripta imperial, este es por cierto el último descanso de los Habsburgo.Vale destacar la tumba de la pareja Maria Teresa y Francisco Estéban de Lorena.
A pesar del inicial rechazo a permitir que trajeran su cuerpo debido a las circunstancias de su muerte, yace también el príncipe heredero Rodolfo.
En las cercanías veremos la iglesia Augustina sitio donde tenían lugar las bodas de los Habsburgos donde se hallan guardados en urnas los corazones de esta familia.
Por las mañanas no hay como una visita al Nashmarkt, con todos sus sentidos se deleitará con sus aromas, colores y sabores en el mercado mas viejo de Viena.Hay para todos los gustos desde especialidades del lejano y cercano oriente, pasando por la mediterránea y claro está los típicos locales vieneses.